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sábado, 19 de enero de 2008

Cómo es el fenómeno de las redes sociales en línea al estilo de Facebook o MySpace

El año último ganaron mucha popularidad y son un negocio gigantesco. Se usan para estar en contacto con amigos, pero también para conocer a otras personas. Qué hay que tener en cuenta a la hora de usarlas

MySpace tiene 110 millones de usuarios activos en el mundo. Hi5 , 70 millones de usuarios registrados. Orkut , 67 millones. Facebook , unos 60 millones. Friendster , 53 millones. Todas son redes sociales en línea; fueron uno de los servicios con más crecimiento en la Red el año último, y se preparan seguir siendo un fenómeno en 2008.

Antes de Internet, el estar conectado significaba contar con una vasta red de amigos y conocidos. Después, la Web y la posibilidad de conectarse en forma instantánea con otros, sin importar su ubicación, dieron pie a servicios que facilitan mantenerse al tanto de su vida, desde el mensajero instantáneo hasta el weblog como un diario personal público. Otros servicios complementan estas herramientas, como el fotolog, el microblog al estilo Twitter o las comunidades virtuales y foros de discusión, donde se puede conocer gente con gustos similares (al estilo de Psicofxp.com , MaximoPC.org o Bsasinsomnio.com.ar , entre otros).

En ese contexto surgieron las redes sociales en línea, sitios que permiten generar un perfil público, donde el usuario ofrece datos personales y accede a diversas herramientas para interactuar en línea con otras personas, mantenerlas al tanto de su quehacer cotidiano, conversar y demás.

"Son como un servicio de blog para no expertos, donde ponés fotos, aplicaciones para jugar o relacionarte, tenés un qué estoy haciendo que es como un Twitter integrado. Y es una forma de ampliar tu red de conocidos, de encontrar grupos de gente con tus mismos intereses", afirma Alejo Zagalsky.

"En 1999 participé de un viaje por el país. Después, durante un tiempo nos encontrábamos para ver fotos y mantenernos en contacto, pero eso se perdió -recuerda Virginia Rivera-. Hace un par de meses encontré en la red a una amiga que tenía en común con otra persona, que a su vez era amiga de una ex compañera de trabajo, y que había participado de ese viaje. Hace dos semanas nos reunimos después de no vernos por años."

Ambos usan Facebook, que nació en 2004 de la mano del estudiante de Harvard Mark Zuckerberg, como un lugar para que los universitarios se mantuvieran al tanto de la vida de sus amigos y ex compañeros de estudios. No fue la primera: en 1999 nació MySpace, que ofrecía un sitio Web para tener una página personal sencilla, especificar intereses y qué clase de gente se quería conocer. Después incorporó funciones multimedia, entre otras, y hoy es muy usada por bandas de música para difundir su obra. LinkedIn , la red social corporativa, nació en 2003: permite tener una versión en línea de nuestro currículum, conectarnos con colegas y seguir el camino laboral de ex compañeros de trabajo. Además, muchos lo usan para llegar a un tercero a través de alguien de la propia red.

"Es una herramienta laboral. Puedo buscar gente que tenga cierto perfil que necesito; recibí ofertas laborales y propuestas de gente que quiere trabajar en mi companía. Reviso los contactos de mis contactos y encuentro gente a la que le había perdido el rastro", explica Natalia Martínez, usuaria de LinkedIn.

Visible para todos

Los usuarios deciden a quién suman a su red, si los conocen o comparten un interés que fomente una nueva amistad. Según Facebook, el promedio tiene 150 contactos, pero varios superan los mil, e incluso llegaron al límite: 5000 contactos para una misma persona. Por lo general es alguien famoso que usa la red para difundir sus actividades.

"Sumar amigos tiene que ver también con una búsqueda de identidad, en un contexto histórico en el que las instituciones tradicionales se debilitan y dejan de funcionar como puntos de referencia para formar identidad -afirma Martín Becerra, profesor de Políticas de Comunicación en la Universidad de Quilmes e investigador del Conicet-. Al sumar y mostrar esos amigos hay algo de exhibicionismo, pero también de acreditar valores, mostrar un vínculo de confianza con otros. Es un remedo de este anclaje identitario que se está perdiendo."

Lo que no todos los usuarios tienen en claro es que una página personal en Facebook, LinkedIn, MySpace u otros es una ventana al mundo. Si las opciones de privacidad no se configuran correctamente, muestra a cualquiera dónde nació ese usuario, dónde trabaja, quiénes son sus amigos, qué música le gusta, qué hizo el fin de semana y con quién, por ejemplo.

"Lo que no es apropiado para lo público no lo publico. Si está ahí es porque no va a generar ningún conflicto; caso contrario, lo levanto -dice Gastón Terrones, usuario de Facebook-. Es común encontrar que otros contactos suben fotos de uno, y a veces uno no está cómodo con ellas, pero la misma red te permite fijar tu posición."

Un dato personal está a un par de clics de distancia de cualquiera. En diciembre último, la estadounidense Sandra Soroka le informó a su novio (y a todo Facebook) que su relación había terminado, y lo contó en su perfil. Su compatriota Kevin Colvin pidió en octubre unos días en el trabajo por problemas familiares y publicó luego unas fotos de una fiesta a la que asistió en los días en los que se suponía que estaba de viaje, y su jefe las vio.

También hay información falsa: cualquiera puede crear un usuario en una red y elegir el nombre que desee. Por ejemplo, un perfil del hijo de Benazir Buttho, denunciado como falso y luego quitado de Facebook, o en esa misma red, de Cristina Fernández de Kirchner y su esposo: no hay manera, con las herramientas del sitio, de comprobar si son verdaderos o no.

Negocios en red

Estos servicios son un imán para los negocios. MySpace fue comprada en 2005 por News Corp., que pagó entonces US$ 580 millones. A mediados de 2007 le tocó el turno a Facebook: Microsoft pagó US$ 240 millones por el 1,6% de esa red social; le dio un valor de mercado teórico que ronda los US$ 15.000 millones. Y según un estudio de la firma eMarketer divulgado en diciembre último, se estima una inversión mundial en redes sociales de US$ 1200 millones, monto que crecería a 4100 millones en 2011.

Para una empresa que quiere vender sus productos son un paraíso: los miembros explicitan sus intereses. Si no, la red los recolecta. En noviembre, Facebook lanzó Beacon, un polémico sistema de seguimiento de actividades comerciales de sus usuarios en otros sitios, que luego tuvo que poner como opcional.

También surgen redes con una orientación específica, como Dorbit ( http://dorbit.net ), que creó Gerardo Gallo en 2006. "El siguiente paso de las redes sociales es la especialización. Ya existen redes especialmente destinadas a deportistas, músicos, profesionales, sólo por nombrar algunas." Dorbit tiene una fuerte orientación hacia el conocimiento de otras personas; no hace falta registrarse para ver los perfiles de los usuarios.

Con otro objetivo surgió TuBlip ( www.tublip.com ), todavía en desarrollo. "La Web 2.0 permite crear un ámbito donde la gente interactúa y produce contenidos -afirma Carlos Cárcano, uno de sus creadores-. La red social es ideal para democratizar la difusión de contenidos hechos por los usuarios. En TuBlip vamos a ofrecer una radio on line al estilo de Last.fm, un lugar donde los músicos puedan publicar y vender sus obras, recomendar cosas a otros usuarios o generar recitales, por ejemplo."

El valor de una red social está en su atractivo y en los amigos que suma; habrá que esperar y ver cuáles captan la atención de los usuarios y triunfan.

Ricardo Sametban


Fuente: La Nación Suplemento Tecnológico